¿Qué se necesita para construir una ciudad inteligente?

Una ciudad inteligente se define como aquella que utiliza datos y tecnología para mejorar la eficiencia operativa y ofrecer soluciones sostenibles para permitir el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de su comunidad.Según esa definición, la mayoría de las ciudades importantes han implementado servicios que les permiten decir que son 'inteligentes'.Así que exploremos una pregunta diferente, ¿por qué no hay más ciudades más inteligentes?

Por qué tu ciudad no es más inteligente

Hay cuatro barreras clave que impiden que nuestras ciudades se vuelvan más inteligentes:

1. Falta de infraestructura para apoyar proyectos inteligentes en toda la ciudad

2. Las ciudades luchan por implementar la tecnología de manera eficiente

3. Falta de recursos para financiar tecnología inteligente

4. Alineación o visibilidad limitada de los proyectos inteligentes en los municipios

La mejora de la infraestructura de toda la ciudad requiere inversiones en tecnología ecológica y de eficiencia energética, así como en Internet de banda ancha.De acuerdo a un informe reciente de Brookings, una cuarta parte de los estadounidenses vive en áreas de baja suscripción donde menos del 40% tiene acceso a banda ancha.Más allá de identificar las necesidades de infraestructura, las ciudades deben contratar expertos para supervisar la planificación y ejecución de proyectos tecnológicos en toda la ciudad, ya que son complejos y, a menudo, requieren recursos públicos y privados.Pittsburgh y Atlanta han designado directores de tecnología para liderar sus estrategias 'inteligentes' a nivel de ciudad.

Atlanta está financiando sus iniciativas de ciudad inteligente a través de un bono de $250 millones, sin embargo, el Centro Deloitte para información gubernamental publicó una descripción general que destaca la necesidad de financiamiento y subvenciones adicionales a través de la legislación federal para apoyar la adopción más amplia de tecnologías de ciudades inteligentes.A pesar de tener un apoyo federal limitado o nulo, varias ciudades ya están implementando proyectos inteligentes, pero estas iniciativas a menudo están aisladas y es difícil conectarlas a una directiva estatal o nacional más amplia.Sin una mayor visibilidad, es un desafío para otras ciudades medir y comprender cómo funcionan estas iniciativas, lo que afecta la planificación y la financiación de proyectos futuros.Comprender cómo estas ciudades han podido recopilar, analizar y actuar de manera efectiva con los datos recopilados informa si estos proyectos de ciudades inteligentes son realmente escalables.

Definir objetivos y métricas y permitir que las ciudades de todo el país aprovechen esta inteligencia colectiva aumentaría la visibilidad de estos esfuerzos, informaría sobre futuras inversiones y eliminaría la duplicación de programas ineficaces.

El éxito necesita un ecosistema

Una ciudad potencialmente sorprendente que está dando grandes pasos para convertirse en una 'ciudad inteligente' es Chattanooga, Tennessee.En 2010, Chattanooga fue el primero en introducir Internet de fibra óptica en toda la ciudad.Internet alcanzó una velocidad de 10 gigabits en 2015 y fue fundamental para el objetivo del gobierno de la ciudad de desarrollar una infraestructura más inteligente.Mientras que otras ciudades importantes ahora se están poniendo al día, Chattanooga experimentó un crecimiento económico significativo al ser la primera en ofrecer acceso económico al Internet más rápido y generalizado.La ciudad atrajo a cientos de empresas tecnológicas, emprendedores y firmas de capital de riesgo mediante la creación de un ecosistema, respaldado por el gobierno local, donde la creación de empresas y los costos de vida eran bajos y las asociaciones de investigación fomentaban la innovación.La variación de industrias y tipos de negocios dentro del Distrito de Innovación, el campus tecnológico inspirado en Silicon-Valley de Chattanooga, continúa atrayendo gran talento y colaboración.Se han creado planes de estudios educativos y programas electivos en todos los niveles de grado para continuar alimentando esa fuente de talento tecnológico.

Como era de esperar, Chattanooga se ha convertido en un banco de pruebas para otras ciudades inteligentes.La ciudad también se ha involucrado en asociaciones de investigación únicas al aprovechar la enorme capacidad de datos de su red de fibra óptica.La Universidad de Chattanooga está trabajando en asociación con la red Metrolab, donde investigadores universitarios y legisladores se unen para mejorar la infraestructura y la sostenibilidad de la ciudad.Un proyecto digno de mención es explorar 'tiempo real' de máquina a máquina (M2M) comunicación en fibra y 5G para probar escenarios de redes de vehículos autónomos en entornos urbanos.Estos principios M2M se están explorando para respaldar el objetivo general de la ciudad de mejorar la gestión de flotas a gran escala que optimizará los patrones de tráfico teniendo en cuenta los servicios de viajes compartidos, los vehículos autónomos y el transporte público.

no te quedes atrás

Las ciudades que no planean abordar o implementar actualmente las siguientes tres tecnologías deberían estar preocupadas:

Redes 5G

Además de Chattanooga, varias otras ciudades importantes, incluidas Miami, DC y Atlanta, ya están probando 5G redes que transmiten datos a velocidades increíblemente rápidas con baja latencia.Si bien esta tecnología se ha utilizado más comúnmente para redes móviles inalámbricas, Internet 5G 'gigabit' ya se está implementando en los hogares y los sensores de la ciudad IoT.

Infraestructura de transporte mejorada

Las principales ciudades no deben buscar más allá de Pensilvania para obtener orientación sobre cómo crear mejores infraestructura de transporte.Las ciudades que se centren en resolver las causas de los retrasos y crear la infraestructura para mejorar el transporte público atraer las empresas y el talento necesarios para apoyar el crecimiento económico.Como mínimo, las autoridades de transporte público deben buscar formas de empoderar a los pasajeros con información valiosa.Por ejemplo, hacer que las ubicaciones de autobuses y trenes sean rastreables y visibles a los pasajeros para que puedan planificar mejor los viajes al trabajo.

cadena de bloques

Las ciudades deberían planificar cómo pueden aprovechar blockchain para mejorar la ciberseguridad, administrar los sistemas de energía o compartir información segura y ejecutar contratos inteligentes.Los países europeos ya están explorando los sistemas de votación electrónica blockchain.Darse cuenta de la capacidad de blockchain para mejorar tareas grandes y pequeñas entre los sectores público y privado será un ingrediente transformador en el éxito de las ciudades inteligentes del futuro;desde procesos simplificados de la cadena de suministro a través de la gestión transparente de estándares hasta un registro confiable de empresas locales.Blockchain también puede facilitar pagos o transferencias de dinero rápidos y precisos.Desde ciberseguridad hasta registros comerciales, las aplicaciones de blockchain se pueden encontrar en muchos lugares sorprendentes.

última palabra

La rápida tasa de cambio hará que invertir en innovaciones de ciudades inteligentes sin sucumbir a la obsolescencia de la tecnología sea una tarea desafiante.Sin embargo, un órgano de gobierno que reconozca el poder de crear infraestructura para apoyar ciudades y estados digitales conectados es clave para permitir la relevancia tecnológica.Con el objetivo unificado de implementar tecnología en áreas de alta densidad para abordar las emisiones, las ineficiencias operativas y la calidad de vida, las ciudades y los estados pueden comenzar a tomar medidas colectivas.

Cada municipio puede descubrir qué servicios son más importantes para sus ciudadanos y dónde tienen problemas persistentes.Los datos que destacan esas ineficiencias son el mejor lugar para comenzar a explorar proyectos de ciudades inteligentes que tendrán una adopción generalizada.Lo peor que puede hacer cualquier ciudad es invertir tiempo y recursos en una planificación urbana inteligente, solo para desarrollar servicios o experiencias que nadie reconoce, usa o valora.